viernes, 6 de junio de 2014

Devoción de los nueve primeros viernes al Sagrado Corazón de Jesús

"Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento."
Eso le dijo el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque (cuyo cuerpo permanece incorrupto a pesar de los 330 años transcurridos), el 16 de junio de 1675. (Ver Catecismo: punto 478 y 2669).

Aprovechemos las innumerables gracias que Jesús concede a quienes desagravian su Sagrado Corazón los primeros Viernes de mes.


Las Doce Promesas del Sagrado Corazón

1. Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
2. Les daré paz a sus familias.
3. Las consolaré en todas sus penas.
4. Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
6. Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
7. Las almas tibias se volverán fervorosas.
8. Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
9. Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
10. Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.
11. Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
12. Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.

Condiciones para ganar esta gracia:

1. Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción (obviamente, sin estar en pecado mortal, por ejemplo, por faltar a la Misa dominical). Se sugiere confesión con intención de reparar las ofensas al Sagrado Corazón.

2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.

3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.


ORACIÓN PARA DESPUÉS DE CADA UNA DE LAS COMUNIONES DE LOS NUEVE PRIMEROS VIERNES

Jesús mío dulcísimo, que en vuestra infinita y dulcísima misericordia prometisteis la gracia de la perseverancia final a los que comulgaren en honra de vuestro Sagrado Corazón nueve primeros viernes de mes seguidos, acordaos de esta promesa y a mi, indigno siervo vuestro que acabo de recibiros sacramentado con este fin e intención, concededme que muera detestando todos mis pecados, creyendo en vos con fe viva, esperando en vuestra inefable misericordia y amando la bondad de vuestro amantísimo y amabilísimo Corazón. Amén.


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS VIERNES

Jesús mío, os doy mi corazón, os consagro toda mi vida, en vuestras manos pongo la eterna suerte de mi alma y os pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros Viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de vuestras promesas, a fin de tener la dicha de volar un día a veros y gozaros en el cielo. Amén.


ORACIONES PARA LOS NUEVE VIERNES

PRIMER VIERNES

Yo te prometo, en el exceso de la misericordia de mi corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos los que comulguen los primeros viernes de mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de la penitencia final, y que no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los Santos Sacramentos, asegurándoles mi asistencia en la hora postrera.

¡Oh buen Jesús, que prometisteis asistir en vida, y especialmente en la hora de la muerte, a quien invoque con confianza vuestro Divino Corazón! Os ofrezco la comunión del presente día, a fin de obtener por intercesión de María Santísima, vuestra Madre, la gracia de poder hacer este año los nueve primeros viernes que deben ayudarme a merecer el cielo y alcanzar una santa muerte. 
Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...


SEGUNDO VIERNES

Les daré todas las gracias necesarias a su estado.

Jesús misericordioso, que prometisteis, a cuantos invoquen confiados vuestro Sagrado Corazón, darles las gracias necesarias a su estado: os ofrezco mi comunión del presente día para alcanzar, por los méritos e intercesión de vuestro Corazón Sacratísimo, la gracia de una tierna, profunda e inquebrantable devoción a la Virgen María.

Siendo constante en invocar la valiosa providencia de María, Ella me alcanzará el amor a Dios, el cumplimiento fiel de mis deberes y la perseverancia final. 
Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...


TERCER VIERNES

Pondré paz en las familias. Bendeciré los lugares donde se venera la imagen de mi Corazón.

Jesús amantísimo, que prometisteis bendecir las casas donde se venera la imagen de vuestro Sagrado Corazón, yo quiero que ella presida mi hogar; os ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por vuestros méritos y por la intercesión de Vuestra Santa Madre que todos y cada uno de los miembros de mi familia conozcan sus deberes; los cumplan fielmente y logren entrar en el cielo, llenas las manos de buenas obras.

¡Oh Jesús, que os complacéis en alejar de nuestro hogar las disensiones, las enfermedades y la miseria! Haced que, vuestra vida sea una no interrumpida acción de gracias por tantos beneficios. Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...


CUARTO VIERNES

Seré su consuelo en todas las tribulaciones.

Jesús mío, que prometisteis consuelo a cuantos a Vos acuden en sus tribulaciones: os ofrezco mi Comunión del presente día para alcanzar de vuestro Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de vuestra Madre Santísima la gracia de venir al Sagrario a pedir fuerza y consuelo cuantas veces me visiten las penas. ¡Oh Jesús, oh María, consolad y salvad a los que sufren! ¡Haced que ninguno de sus dolores se pierda para el cielo! 
Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...


QUINTO VIERNES

Derramaré copiosas bendiciones en todas sus empresas.

Jesús mío, que prometisteis bendecir los trabajos de cuantos invoquen confiados Vuestro Divino Corazón: os ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por vuestra Santísima Madre la gracia de que bendigáis mis estudios, mis exámenes, mi oficio, y todos los trabajos de mi vida.

Renuevo el inquebrantable propósito de ofreceros cada mañana al levantarme, y por mediación de la Santísima Virgen, las obras y trabajos del día..., y de trabajar con empeño y constancia para complaceros y alcanzar en recompensa el cielo. 
Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...


SEXTO VIERNES

Los pecadores hallarán en mi Corazón un océano de misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, siempre abierto a los pecadores arrepentidos: os ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por vuestros méritos infinitos y por los de vuestra Santísima Madre la conversión de cuantos obran mal. Os suplico, ¡buen Jesús!, inundéis su corazón de un gran dolor de haberos ofendido. Haced que os conozcan y os amen. Dispensadme la gracia de amaros más y más y en todos los instantes de mi vida, para consolaros y reparar la ingratitud de quienes os olvidan. 
Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...


SÉPTIMO VIERNES

Las almas tibias hallarán fervor. Las almas fervorosas llegarán presto a la perfección.

Sin vuestro auxilio, Jesús mío, no podemos avanzar en el camino del bien. Señor, por mediación de la Virgen María, os ofrezco la comunión de este día para que avivéis en mi alma el amor a vuestro Corazón Sagrado y concedáis este amor a cuantos no lo sienten. Ayudado de vuestra divina gracia lucharé, Señor, para que cada semana, cada mes, avance un poco en la virtud que más necesito.
Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...


OCTAVO VIERNES

Daré a cuantos trabajan por la salvación de las almas el don de ablandar los corazones más endurecidos.

Sagrado Corazón de Jesús, que prometisteis inspirar a los que trabajan por la salvación de las almas aquellas palabras que consuelan, conmueven y conservan los corazones; os ofrezco mi comunión de hoy para alcanzar, mediante la intercesión de María Santísima, la gracia de saber consolar a los que sufren y la gracia de volver a Vos, Señor, a los que os han abandonado.

¡Dulce Salvador mío, concededme y ayudadme a salvar almas! ¡Son tantos y tantos los desgraciados que empujan a los demás por el camino del vicio y del infierno! Haced, Señor, que emplee toda mi vida en hacer mejores a los que me rodean y en llevarlos conmigo al cielo. 
Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...


NOVENO VIERNES

Guardaré recuerdo eterno de cuanto un alma haya hecho a mayor gloria de mi Corazón. Los que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, de donde no será borrado.

Os ofrezco, Jesús mío, la Comunión del presente día para alcanzar la gracia de saber infundir en el alma de cuantos me rodean ilimitada confianza en vuestro Corazón Divino. Dadme cuanto necesito para llevar a Vos a los que luchan, a los que lloran, a los caídos, a los moribundos. Y dignaos, ¡oh Jesús!, escribir hoy mi nombre en vuestro Corazón y decir a los ángeles que rodean vuestro Tabernáculo: Este nombre es el de un devoto que, amándome mucho, quiere consolarme del olvido e ingratitud de tantos hombres.
Amén.

Oración Final: Jesús mío, os doy mi corazón...
Oración para después de la Comunión: Jesús mío dulcísimo,...

Fuente: catholic.net

"La Pasión de Cristo" (de Mel Gibson) según su protagonista


Testimonio: desde la Cruz 

Si te dijeran que tienes que actuar en una película y que, para ello, debes soportar un hombro dislocado, algunos latigazos, padecer una pulmonía, que un rayo caiga cerca de ti y que tengas que hacerte una cirugía en el corazón: ¿Estarías dispuesto a aceptar el papel del personaje que te toca interpretar?
Eso es lo que le pasó a Jim Caviezel, mientras duró el rodaje de la película “La Pasión de Cristo”, dirigida por Mel Gibson. Mira el testimonio del actor que, más que un premio a la mejor actuación, encontró una profunda fe y un amor grande por Jesús.



Después del primero minuto y medio del video comienzan los subtítulos



Fuente: reinadelcielo.org

Caviezel debe su papel de “La Pasión” a Medjugorje

En febrero Jim Caviezel (protagonista de “La Pasión” de Mel Gibson) hizo su sexta peregrinación a Medjugorje y después viajó a Viena donde concedió una entrevista a Christian Stelzer para la revista Oase des Friedens. La traducción croata se ha publicado en la última edición de la revista parroquial de Medjugorje Glasnik Mira.

- Jim, ¿cómo oíste hablar de Medjugorje?

- Mi esposa vino a Medjugorje mientras yo estaba en Irlanda grabando la película “El conde de Monte Cristo”. Las cosas no iban muy bien aunque yo trabajaba siete días a la semana. Un día ella me telefoneó y me di cuenta por su voz de que algo había cambiado. Empezó a hablar sobre Medjugorje y cómo uno de los videntes iba a venir a Irlanda. Le interrumpí diciéndole: “Mira, tengo bastantes cosas que hacer. No voy a entrar en ese tema de los videntes”. Además, yo pensaba que como católico no tengo que aceptar necesariamente Lourdes, Fátima o Medjugorje. Eso es lo que yo pensaba.

Recuerdo que en la escuela católica donde estudié mis primeros años, una vez oímos algo de Medjugorje y nos emocionamos, pero pronto descubrimos que el obispo local se oponía y consideraba falsas las apariciones así que perdimos el interés rápidamente.

El vidente Ivan Dragicevic vino a Irlanda; yo sabía que no tendría tiempo para él debido a que tenía que trabajar todo el tiempo. Un día mi socio en la película no se encontraba bien y yo me tomé el día libre para poder ir a una aparición. Yo estaba al final de todo en la abarrotada iglesia y no sabía muy bien lo que ocurría. Pero cuando el hombre que estaba a mi lado en su silla de ruedas cayó sobre sus rodillas en el momento de la aparición yo me conmoví. Pensé: este minusválido, a pesar de todos sus dolores, está arrodillado en el frío suelo de piedra y está rezando! Hoy se que era Dios, que me conoce tan bien, El que sabía dónde tenía que tocarme para conseguir mi atención!

Aunque pueda sonar extraño, me tomé otro día libre el siguiente domingo y pude tener un encuentro con Ivan, como deseaba mi esposa. Durante el tiempo de la aparición me arrodillé cerca de él y dije en mi corazón: “de acuerdo, aquí estoy. Estoy preparado. Haz conmigo lo que quieras”. En ese mismo momento sentí que algo me estaba sucediendo. Era muy simple y a la vez único. Cuando me levanté, me corrían lágrimas por las mejillas y empecé a llorar con todo mi corazón.

Iván me dijo: “Jim, el hombre siempre encuentra tiempo para aquello que ama. Si alguien que no tiene nunca tiempo conoce a una chica y se enamora de ella, siempre encontrará tiempo para ella. La gente no tiene tiempo para Dios porque no le aman”. Y continúo: “Dios te está invitando a rezar con el corazón”. Le pregunté: “¿Cómo se supone que he de hacerlo?” “Empezando a rezar”, me contestó. En ese momento las puertas de mi corazón se abrieron. Jamás habría soñado que fuera posible. Fuimos a un restaurante y debo admitir que el vino y la comida nunca fueron tan sabrosos como en esa noche particular.

Algo empezó a cambiar dentro de mí. Mi esposa me había querido enseñar en muchas ocasiones en el pasado a rezar el Rosario, pero yo nunca quería aprender. Ahora yo quería rezar pero no sabía exactamente cómo hacerlo. Yo sólo sentía que mi corazón estaba abierto. Una mañana cuando iba al trabajo, le dije al chofer que me llevaba al rodaje cada día: “No sé qué piensas acerca de esto, pero querría empezar a rezar el Rosario”. Para mi sorpresa, él sólo dijo: “vale, recemos”.

En la cálida luz de amor que sentía dentro de mi, era capaz de darme cuenta donde estaba realmente, cuantas tentaciones tenía, donde estaban mis sentimientos, qué débil era yo y qué estrictamente juzgaba a los demás.

- ¿Cuándo viniste a Medjugorje por primera vez?

- Después de acabar el rodaje en Malta, decidí ir a Medjugorje. Cuando tenía 20 años, una voz interior me decía que tenía que ser actor. Cuando hablaba de ello con mi padre, solía decirme: “Si Dios quiere algo de ti es que seas sacerdote. ¿Por qué Él querría que tú fueras actor?”. Yo tampoco lo entendía en aquella época.

Otra vez, me hice la misma pregunta, ¿Dios quiere que me convierta en actor, para ganar un montón de dinero y ser rico? Era consciente del desequilibrio en el mundo entre los que tienen mucho y aquellos que apenas tienen para sobrevivir, y sabía que eso no es lo que Dios quiere. ¿Iba yo a hacer una elección para buscar riqueza que no proporciona la felicidad permanente o para servir a Dios que quiere guiar mi vida?

Por aquel entonces, Medjugorje me recordaba a Belén y pensaba, que así como Jesús había nacido en un lugar pequeño, la madre de Dios se estaba apareciendo en un pueblo pobre entre montañas. Esos cuatro días que permanecí en Medjugorje por aquel entonces fueron mi punto de inflexión. Al principio estaba maravillado de lo mucho que rezaba la gente en Medjugorje. Todo me recordaba a un campamento de baloncesto. Allí no solo juegas una partido al día, sino continuamente. Igual que en la escuela donde no solo lees una vez al día, sino siempre, repetidamente. En esos primeros días en Medjugorje sentía un cansancio interior mientras rezaba, porque no estaba acostumbrado a rezar tanto, y le pedía a Dios que me ayudara. Pero después de cuatro días la única cosa que quería hacer era rezar. En cualquier momento que rezara me sentía conectado con Dios. Esa fue mi experiencia y la que desearía para cualquier católico. Quizás cuando fui niño sentí algo parecido y lo olvidé. Ahora me había sido dado otra vez.

La misma experiencia continúo de vuelta en casa. En nuestra familia vivimos los sacramentos todos juntos. Mientras conducimos a los niños al colegio rezamos juntos el Rosario. A veces, cuando yo no empiezo a rezar, mi hijo empieza primero.

Cuando volví a Medjugorje por segunda vez, esperaba tener esas primeras experiencias otra vez pero fue diferente. Después de comer un día, algunos peregrinos me invitaron a ir a visitar al padre Jozo Zovko en Siroki Brijeg. Ese era también el deseo de mi mujer. Yo no conocía al Padre Jozo personalmente, pero estaba muy impresionado por todas las historias que había oído sobre él. Cuando me encontré con él puso sus manos sobre mis hombros. Yo puse las mías en sus hombros. Puso sus manos en mi cabeza. Puse las mías en su cabeza. En ese momento sentí en mi interior las palabras: “Te quiero, hermano. Este hombre ama a Dios”. El P. Jozo se giró espontáneamente hacia su intérprete y le preguntó quién era yo y dijo que quería hablar conmigo. Ese fue el comienzo de una duradera amistad.

Eso fue justo después de acabar el rodaje de “La Pasión” y por aquel entonces era capaz de sentir todas las fuerzas conflictivas en mi interior sobre esa película.

- ¿Podrías decirnos por qué te sentías así y cuál era la conexión entre la película y Medjugorje?

- Probablemente estas familiarizado con la expresión “Cruzar el rubicón”. Eso significa que no es posible volver atrás, llegas al punto de no retorno. “La Pasión” fue este rubicón para mi. Cuando empezó el rodaje yo tenía 33 años, igual que Jesús. Siempre me pregunte si yo era merecedor de ser Jesús. Ivan Dragicevic me alentó y me dijo que Dios no siempre escoge necesariamente al mejor, que es algo que él ve en su propia situación. Si no fuese por Medjugorje no habría aceptado nunca tomar parte en la película porque fue Medjugorje donde mi corazón se abrió a la oración y a los sacramentos. Si quería escenificar a Jesús sabía que tenía que estar muy cerca de Él. Cada día me confesaba e iba a la Adoración del Santísimo. Mel Gibson también venía a la Santa Misa con la condición de que fuera en latín. Eso me iba bien porque así aprendía latín.

Había siempre nuevas tentaciones de las que necesitaba defenderme y en esas batallas interiores solía sentir una gran paz interior, por ejemplo, en la escena en la que la Madre de Dios se aproxima a mi y le digo: “Mira, Yo hago todo nuevo”. Repetimos la escena cuatro veces y cada vez sentía que estaba demasiado en primer plano. Entonces alguien golpeó la cruz y mi hombro izquierdo se dislocó. Debido al rápido e intenso dolor, perdí el equilibrio y caí bajo el peso de la cruz. Me golpeé la cara contra el duro suelo y la sangre corrió desde mi nariz y boca. Yo repetía las palabras que Jesús dijo a Su Madre: Mira, Yo hago todo nuevo”. Mi hombro me dolía de manera increíble cuando tomé la cruz otra vez y sentí lo precioso que era tomar la cruz. En ese momento dejé de actuar y tu podías ver sólo a Jesús. Él vino como respuesta a mis oraciones: “Quiero que la gente te vea a Ti, Jesús, no a mí”.

Gracias al rezo continuo del Rosario, -no puedo decir cuántos Rosarios recé mientras rodábamos- pude experimentar una gracia especial. Sabía que no debía utilizar lenguaje grosero, sabía que no podía ser maleducado si quería decir algo a miembros del rodaje. Muchos de ellos no conocían Medjugorje, eran todos grandes actores y teníamos suerte de tenerlos. Pero ¿cómo iba a llevar Medjugorje a ellos sino con mi propia vida? Medjugorje para mí significa vivir los sacramentos y estar en comunión con la Iglesia. Gracias a Medjugorje empecé a creer que Jesús estaba realmente presente en la Eucaristía y que perdonaba mis pecados. A través de Medjugorje experimenté la poderosa oración que es el Rosario y el regalo que tenemos cuando vamos a la Santa Misa cada día.

¿Cómo podía ayudar a otra gente a aumentar su fe en Jesús? Me di cuenta de que esto sólo podía ocurrir si Jesús está presente en mí a través de la Eucaristía, y así la gente podría ver a Jesús a través de mi vida. Cuando estábamos rodando la escena de La Última Cena tenía un bolsillo interior en mi ropa donde coloqué varias reliquias de santos y una reliquia de la Cruz de Cristo. Tenía un fuerte deseo de que Jesús estuviera realmente presente así que pedí al sacerdote que expusiera el Santísimo Sacramento. Al principio no quiso hacerlo, pero insistí en pedírselo porque estaba seguro que la gente reconocería a Cristo más si yo mismo estaba mirándole a Él. El sacerdote estuvo con el Santísimo Sacramento en sus manos al lado de la cámara y junto a él, se acercó a mí. Cuando la gente ve la película y ve un brillo en mis ojos, no se dan cuenta de que realmente están viendo a Jesús, un reflejo de la Hostia consagrada, en mis ojos. Ocurrió lo mismo en la escena de la Crucifixión: el sacerdote estaba allí, tenía el Santísimo Sacramento en sus manos y yo rezaba todo el tiempo.

El reto más grande en la película no fue, como pensé al principio, memorizar todos los textos en latín, armenio o hebreo sino todos los esfuerzos físicos que necesite hacer. Durante la última escena mi hombro estaba torcido y se dislocaba cada vez que alguien golpeaba la cruz. Mientras rodábamos las escenas de la flagelación, los látigos me golpearon dos veces y tuve una herida de 14 centímetros en mi espalda. Mis pulmones estaban llenos de fluido y tenía neumonía. También tuve falta de sueño crónica porque durante meses tuve que levantarme a las 3 de la mañana porque el maquillaje llevaba casi 8 horas.

Otro reto especial era el tiempo frío, las temperaturas estaban muy poco por encima de 0 grados, lo cual era muy difícil de aguantar especialmente en la escena de la Crucifixión. Todo mi disfraz estaba hecho de una sola pieza ligera de tela. Mientras rodábamos la última escena, las nubes estaban muy bajas y un rayo golpeó la cruz a la que estaba atado. De repente todo se volvió silencioso a mí alrededor y note mi pelo electrocutado. Unas 250 personas que estaban a mí alrededor vieron todo mi cuerpo iluminado y vieron fuego a la izquierda y a la derecha de mí. Muchos estaban estupefactos ante lo que vieron.

Sé que “La Pasión” es una película de amor, quizás una de las mejores películas de este tipo. Jesús es hoy en día sujeto de muchas controversias, mucho más que nunca antes. Hay tantos factores que amenazan este mundo creado, pero la fe en Jesús es la fuente de alegría. Creo que Dios nos está llamando de una forma especial en este tiempo, y que necesitamos responder a esa llamada con todo nuestro corazón y con todo nuestro cuerpo.


Fuente: virgendemedjugorje.org




lunes, 2 de junio de 2014

Los 4 últimos secretos de Medjugorje son muy graves

La mayor parte de los detalles se pueden encontrar en un libro entrevista escrito por el franciscano P. Janko Bubalo.

En los primeros años de la década de los 80 prestó servicio como confesor de Vicka, y mientras Padre Janko es autor de la mayor parte de la conversación en la siguiente secuencia, destacan dos cuestiones principalmente:

-       Padre Janko estaba presente y ha visto las reacciones espontáneas de los videntes durante las apariciones cuando recibieron algunos secretos.

-       Más tarde, en un momento dado,Vicka interrumpe y corrige a su confesor.

Padre Janko: El año pasado, 1982, la Virgen reveló a Ivanka y a Jakov el horrible noveno secreto. Eso sucedió el primer día de la novena en honor a la Inmaculada Concepción. Y justo el día de la festividad, el 8 de diciembre, te reveló a ti aquel triste octavo secreto. Y este año,1983, durante el mismo día de la festividad, reveló a Marija el noveno, del cual estábamos hablando.

Padre Janko: Es interesante el hecho que yo, tanto ese año como el anterior, estaba presente en las apariciones y he visto lo tristes que estabais tanto túeIvanka el año pasado como este año Marija.

Padre Janko: Hemos dicho alguna vez lo que me había dicho Ivanka el año pasado y Marija me ha dicho lo mismo este año. Por eso le he dicho medio bromeando que parecía asustada y ella muy seria me ha contestado que yo también estaría asustado si lo hubiera escuchado.

VIcka: ¡Y tenía razón!

Dolor y lágrimas en los videntes

Con esta confirmación de Vicka, Padre Janko continuó:

Padre Janko: era el 29 de noviembre de 1982. Durante el tiempo de encuentro vi en vosotros dos estados de ánimo diferentes. Tú estabas sonriendo y con los ojos brillantes como es habitual, incluso estando muy enferma entonces. TambiénMarija tenía los ojos brillantes como es también habitual en ella. Pero los rostros de Ivanka y Jakov parecían estar viviendo algo doloroso. He visto como una especie de espasmo en el rostro de Ivanka como si estuviera a punto de llorar.

Especialmente durante los primeros años de las apariciones fue posible entender algo más sobre los secretos en las entrevistas con Padre Janko.

Vicka: En aquel tiempo, la Virgen dio su último secreto, el noveno, a Marija y a mí.

Padre Janko: Lo oí entonces. Después pregunté a Ivanka si la Virgen le dejó entrever algo del secreto y casi con lágrimas me dice: me hubiera muerto si me lo hubiera mostrado!!

Padre Janko: He notado algo el día de la Purísima. Estaba contigoen tu encuentro con la Virgen. Una vez más sucede algo interesante, y es que tú que normalmente estás feliz durante los encuentros, parecías seria.

Vicka: Es posible. En aquel entonces había recibido el octavo secreto

Las impresiones del Padre Janko fueron confirmadas por un grupo de peregrinos que estaban presentes cuando la vidente Marija recibió su penúltimo secreto.

Marija ha recibido el noveno secreto delante de nuestros ojos en la capilla de las apariciones. Ha llorado mucho, explicó un peregrino a la periodista de la BBC Mary Craig.

Durante la guerra de Bosnia-Herzegovina, en medio del genocidio y crímenes de guerra terribles, el primo de Vicka, Karlo, se acordó de las reacciones de Marija y Vicka y el 22 de septiembre de 1992 dijo:

Vicka, ¿te acuerdascómo lloraste durante tu séptimo, octavo y noveno secreto, y Marija también? Si se dice que la Virgen no ha mencionado esta guerra en sus secretos, entonces ¿qué estamos esperando?

Acabas de responder a tu pregunta, respondió Vicka

El décimo secreto es el más grave

La periodista de la BBC Mary  Craig explica un suceso que tuvo lugar a mitad de los años 80 mientras un equipo de científicos franceses e italianos examinaba a los videntes y sus apariciones. Durante una aparición notó cómo el vidente Jakov, de golpe, dejó de respirar durante 10 segundos. TambiénJakov ha recibido los 10 secretos,

Después Jakov explicó que la Virgen María le había mostrado los resultados de uno de los secretos.

Fue 13 años despuéscuandoJakov recibió su décimo y último secreto, el 12  de septiembre de 1998. Un suceso que supuso el final de sus apariciones diarias. El mismo día explicó cómo la Virgen María le había mirado mientras le mostraba el secreto: mientras me confiaba el décimo secreto ella estaba muy triste.

Entre los videntes, Mirjana fue la primera en recibir el décimo secreto.

Fue escogida ya desde 1982, por la Virgen, para que un día revele los secretos al mundo entero, y habló de ello en diversas entrevistas con ciertas informaciones sobre los mismos.

“El octavo secreto es peor que los siete anteriores. Recé durante mucho tiempo para que fuera menos grave. Cada día, cuando se me aparecía la Virgen, la atormentaba suplicándole que este suceso fuera atenuado. Luego me dijo que todos tenían que rezar para que pudiera ser reducido”, le explicó Mirjana al franciscano P. TomislavVlasicel 10 de enero de 1983, dieciséis días después de haber recibido el décimo secreto que puso punto final a sus apariciones diarias.

“En aquel entonces, en Sarajevo, muchas personas se unieron a mí en esta oración. Luego, la Virgen me dijo que Ella había logrado que el suceso del secreto fuera atenuado. Pero entonces me reveló el noveno secreto y era aún peor. El décimo secreto es el más grave y no puede ser atenuado bajo ningún concepto. No puedo revelar nada ya que una única palabra podría desvelar el secreto antes de tiempo.”

La oración y el ayuno pueden atenuar los secretos.

Mirjanasolo dijo que el décimo secreto no puede ser atenuado. En cambio, los demás pueden verse reducidos por medio de la oración y del ayuno ante todo, y también mediante un número creciente de personas que emprenda el camino de la conversión.

En uno de sus primeros mensajes, la Virgen María dijo también:

Habéis olvidado que con la oración y el ayuno se pueden alejar las guerras e incluso suspender las leyes naturales. (21 de julio de 1982)

Todo depende de la conversión individual. Para cada individuo, pero también a escala global:

La única palabra que deseo transmitir al mundo es ésta: conversión, conversión. Decidlo a todos mis hijos. Sólo pido conversión. Ninguna pena, ningún sufrimiento me pesa, siempre que os pueda salvar. Únicamente os ruego que os convirtáis. Pediré a mi Hijo Jesús que no castigue al mundo, pero os suplico: convertíos. (La Virgen María lo dijo el 25 de abril de 1983)

El mensaje sigue centrándose en la oración, el ayuno y la penitencia:

No os podéis imaginar lo que pasará, ni lo que Dios Padre tiene reservado para el mundo. Por esto os repito: convertíos. Renunciad a todo. Haced penitencia. Pues esto es todo lo que quiero deciros: convertíos. Llevad mi agradecimiento a todos mis hijos que han rezado y ayunado. Todo lo presento a mi Hijo divino para obtener que Él mitigue Su justicia para con la humanidad pecadora. (25 de abril de 1983)

Demasiado tarde para muchos cuando los secretos se revelen

Ivanka, la más reservada de los videntes, conoce los eventos futuros en detalle. Ha escrito 3 libretas que deberá publicar cuando la Virgen lo decida. Algunos años más tarde, la Virgen habló de los secretos dando una especie de ultimátum: será demasiado tarde para convertirse cuando los secretos sean revelados. La conversión requiere toda una vida y por eso la Virgen María suplica a todosque hagan buen uso de este tiempo que en muchas ocasiones ha definido como tiempo de gracia pero tambiénel tiempo de la gracia. La hora de la conversión es ahora: Aquí están los secretos, hijos míos, no se sabe de qué se trata pero cuando se sabrá será tarde. Retomad la oración. Nada es más importante que esto. Me gustaría que el Señor me permitiera almenos aclararos parte de los secretos, pero ya son demasiadas las gracias que os ofrece. Pensad cuanto os ofrece Él¿cuándofue la última vez que renunciasteis a algo por Él?

Nunca hubo una época así. Antes, Dios era honrado y respetado. Hoy, hay muchos que no rezan: todo parece más importante que Dios, Por esta razónllora tanto, dijo Mirjana.

El número de no creyentes es cada vez mayor. En su empeño por una vida mejor, para estas personas Dios resulta superfluo y no necesario. Este es el motivo por el cual me siento profundamente dolida por ellos y por el mundo. No tienen idea de lo que les espera. Si pudieran conocer un pequeñísimo detalle de estos secretos, si pudieran verlo, se convertirían inmediatamente. Por eso la Virgen nos ha dado los diez secretos de Dios.

Estos aún se pueden convertir. Ciertamente Dios perdona a los que se convierten sinceramente.

La Virgen ha dicho que todas las personas deberían prepararse espiritualmente y no ser presas del pánico, sino reconciliarse con su propia alma. Estar preparadas para lo peor, como si mañana fuera el últimodía de su vida.

Deberían aceptar a Dios de modo que no tendrán miedo, deberían aceptar a Dios y todo lo demás. Nadie acepta fácilmente la muerte, pero pueden estar en paz con sus almas si son creyentes. Si ellos se empeñan en Dios, Él les acepta siempre

¿Significa esto total conversión y abandono en Dios?

¡Sí!, ha confirmado Mirjana.

Los últimos secretos serán dramáticos, y la Virgen María ha profetizado un mundo nuevo y mejor que nacerá de los secretos. Anunciado por la Virgen como el Triunfo del Corazón Inmaculado, este nuevo modo de vida coronará sus apariciones en la Tierra, en la que ella misma ha definido como una era de paz.

Fuente: virgendemedjugorje.org