martes, 31 de enero de 2017

Don Bosco, el Santo de los jóvenes

SAN JUAN BOSCO
Su fiesta se celebra el 31 de enero



Es el santo de la juventud. El santo de los obreros, el santo de la alegría, el santo de María Auxiliadora y el santo de muchas cosas más. El verano de 1815 nacía en Becchi-Piamonte (Italia), de padres humildes pero muy buenos cristianos. Desde muy niño hubo de trabajar duro al lado de su santa madre, la mamá Margarita, para sacar la casa adelante. De su santa madre recibió una profunda educación cristiana y un gran amor a la Virgen María junto con un gran respeto hacia los sacerdotes. Ambas cosas quedaron profundamente impresas en su alma.

Ya desde niño demostró estar en posesión de cualidades nada comunes en todos los sentidos: Era simpático, agudo, inteligente, trabajador y muy mañoso con cuanto se proponía. Desde niño y después de joven, pero sobre todo de sacerdote, trabajará tanto que parece casi imposible cómo en sólo 72 años de vida pudo realizar tantas y tan importantes obras. Alguien ha dicho que trabajó él solo más que diez hombres juntos de no cortas cualidades.

Cuando llegaba a Castelnuovo, Asti o Murialdo y algún titiritero atraía a pequeños y grandes durante el tiempo de la Misa o del Rosario, se presentaba él y decía: "Yo lo hago esto sin haceros pagar, tan bien o mejor que él, pero con una condición: Que vengáis después todos conmigo a la Iglesia"... Lo hacía y arrastraba a los espectadores a tomar parte en cuanto en el templo se hacía. Así iba llenando la iglesia de fieles.

Ya dijimos que mamá Margarita admiraba a los sacerdotes. Él los veía demasiado arrogantes y lejanos del pueblo, sobre todo de los niños y decía: "Si yo llego a ser sacerdote, como espero, jugaré con los niños y los querré, les haré cantar y con alegría a todos querré salvar"...


Cuando vistió el hábito clerical le amonestó aquella santa mujer que fue su madre: "Puedes imaginarte, hijo mío, la gran alegría que embarga mi corazón, pero, por favor, no deshonres nunca este hábito. Sería mejor que lo abandonaras. Cuando viniste al mundo te consagré por entero a la Virgen María; cuando comenzaste los estudios te recomendé la tierna devoción hacia Ella; ahora te encarezco que seas todo de Ella... Si llegas a ser sacerdote, recomienda y propaga siempre su devoción..."

Tenía muchos sueños y todos ellos muy "famosos y se cumplían". Se ordenó sacerdote el 1841 y desde entonces no paró hasta dar cobijo y digna educación a tantos niños que veía abandonados por las calles. El rezo de un Ave María hizo el milagro y fue el primer eslabón de esta maravillosa cadena de sus ORATORIOS. Centenares, millares de niños abandonados encontraron calor, educación, comida, vestido y cobijo cariñoso como en su propia casa. Mamá Margarita y su hijo se desvivían por ayudar a aquellos rapaces que el día de mañana serían buenos padres cristianos, otros sacerdotes y varios Santos, entre ellos Santo Domingo Savio.

Dos eran las armas de que se servía, sobre todo, D. Bosco, para formarles: La eucaristía y la penitencia. Estos dos sacramentos obraban maravillas en aquellos jóvenes... Hasta le creyeron un poco mal de la cabeza por los "sueños" que llenaban su corazón y su mente en favor de los abandonados... Obraba milagros, pero siempre era Ella, la VIRGEN AUXILIADORA, quien los hacía, decía él. "No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado"... "Cada ladrillo de esta iglesia —se refería a la gran Basílica que en su obsequio empezó el 1863—es una gracia de la Virgen María"... Para continuar su OBRA el 1857 fundó los Salesianos y poco después las Hijas de María Auxiliadora. Ellos llevan su espíritu. Antes de que le llegue su preciosa muerte—31 de enero del 1888—verá su obra extendida por varias naciones del mundo... y hoy es una de las mayores de la Iglesia.

Su cuerpo permanece incorrupto en la Basílica de María Auxiliadora en Turín, Italia



Frases destacadas de San Juan Bosco:

1.- Entre vosotros jóvenes, es donde me encuentro bien

2.- Cuando estoy lejos de vosotros me falta algo

Iría hasta Superga arrastrando la lengua con tal de salvar un alma

Estad siempre unidos al Señor

Aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres

Ahora hemos de trabajar, ya descansaremos en el paraíso

Quien deja una casa por seguir la vocación encuentra ciento

Dadme almas y quedaos el resto

Hemos de hacer buenos cristianos y honrados ciudadanos

Salud, sabiduría, santidad (son las tras « S» en las que insistía Don Bosco)

Nunca hay que decir « no me toca», sino « ¡Voy yo!»

Mi sistema se basa en la religión, la razón y el amor

Al dar cultura y principios religiosos prevenimos a los delincuentes.

Más moscas se cazan con una gota de miel que con un barril de vinagre

Vosotros jóvenes sois los responsables de vuestro futuro

La Eucaristía y la Virgen son las dos columnas que han de sostener nuestras vidas

Sed devotos del Papa, es una de nuestras principales devociones

Tristeza y melancolía fuera de la casa mía

Dios te ve

Como padres amorosos corrijamos siempre con amabilidad

Por los jóvenes hemos de estar dispuestos a soportar cualquier contratiempo y fatiga

Procurad siempre vivir en la amistad de Dios

Haz el bien sin esperar agradecimiento de nadie, sino de Dios únicamente

Trabajemos como si nunca tuviéramos que morir tuviéramos que morir, y vivamos como si tuviésemos que desaparecer a cada instante

Olvida los favores hechos, pero no los recibidos

Hagamos nosotros todo lo que esté a nuestro alcance y el Padre de la Divina Misericordia suplirá lo que falte

Comprenderás mejor la importancia del bien, si consideras que tu salvación eterna o tu condenación, depende únicamente de ti

Salvando tu alma, serás feliz para siempre; pero, si la pierdes, lo pierdes todo: alma, cuerpo, cielo, Dios, que es tu supremo fin... y esto, por toda la eternidad."

Quien se preocupa mucho de su cuerpo y poco de su alma, acaba por caer en los brazos del demonio.

La dulzura en el hablar, en el obrar y en reprender, lo gana todo y a todos."

No basta amar a los niños, es preciso que ellos se den cuenta que son amados.

Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse.

Para hacer el bien se necesita valor, estar dispuesto a sufrir cualquier mortificación, no hacer sufrir nunca a nadie, ser siempre amable

Disimula las faltas ajenas y nunca te burles de nadie.

No se espere la ayuda de la Divina Providencia, estando nosotros sin hacer nada. Ella se moverá cuando haya visto nuestros esfuerzos generosos por su amor.

El mundo está lleno de tontos y de astutos. Los astutos son los que trabajan y sufren para ganarse el cielo; los tontos son los que viven su vida sin pensar en la eternidad.

No te ensoberbezcas jamás por lo que sepas. Cuanto más sabe uno, más se convence, que es un ignorante.

Las causas principales de tantas condenaciones, son: malas compañías, malos libros y costumbres perversas.

En todos los peligros invoquen a María, y les aseguro que serán librados.

Para obtener una gracia especial, la jaculatoria más eficaz es ésta: “María Auxiliadora, ruega por nosotros.

Quien tiene la conciencia en paz, lo tiene todo.

No estén nunca desocupados; si no trabajan ustedes, trabajará el demonio.

Seamos ambiciosos, pero de salvar nuestra alma con sacrificio.

Las espinas de la vida se trocarán en flores para toda la eternidad.

Todo es vanidad, excepto amar y servir a Dios, ¿Cuándo te resolverás a entregarte del todo al Señor?

El tesoro más grande que se puede hallar en el cielo y en la tierra, está en el Sagrario, pues ahí habita el Dueño de todo lo creado.

Jesús te espera en la Iglesia. ¿Por qué no lo visitas a menudo? Sé apóstol de la Eucaristía.

Si el alimento del cuerpo se debe tomar todos los días, ¿por qué no el alimento del alma?

La Comunión es fuente de energías que debe ayudaros durante toda vuestra vida.

Si el alimento del cuerpo se debe tomar todos los días, ¿por qué no el alimento del alma?

Que cada confesión sea tan sincera como si fuese la última de vuestra vida.




Fuente: web católico de Javier


domingo, 29 de enero de 2017