martes, 20 de noviembre de 2012

Novena a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa



27 de Noviembre: Festividad de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Bajo cuya advocación humildemente se acoge este blog, iniciado el 4 de septiembre de 2012, en acción de gracias a María, por los favores y consuelos recibidos a través de su santa intercesión.




"A quien mucho se le ha perdonado, 
mucho habrá de reparar'  




 
Hay distintas variantes de Novenas a la Virgen de la Medalla Milagrosa. En esta oportunidad he escogido la siguiente por la riqueza de su contenido y simplicidad a la vez, garantizando así que encontraremos el momento diario de llevarla adelante sin interrupciones. 

La Novena debió dar inicio ayer, 19 de noviembre, para finalizar el día de la Virgen, 27 de noviembre. No obstante, excusándome por el involuntario atraso de un día en publicarla, en el entendimiento personal de que Nuestra Madre del Cielo sabrá recoger con infinita comprensión las oraciones correspondientes a dos días de la Novena que se oren con devoto recogimiento en un mismo día a fin de alcanzar con puntualidad la culminación el 27 de noviembre, dejo a disposición de ustedes tan agradable secuencia de oraciones a la Santísima Virgen María, Inmaculado y Dulcísimo Primer Tabernáculo de Nuestro Señor Jesucristo.  

Del Rosario 
(administradora del blog) 





Novena a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa


Oración preparatoria (para todos los días):
'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

Oración Final (para todos los días):

'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.





Día primero

-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

- Meditación:
En una medianoche iluminada con la luz celeste como de Nochebuena, la del 18 de Julio de 1830, aparecióse por primera vez la Virgen Santísima a Santa Catalina Labouré, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl.

Y le habló a la santa de las desgracias y calamidades del mundo con tanta pena y compasión que se le anudaba la voz en la garganta y le saltaban las lágrimas de los ojos.

¡Cómo nos ama nuestra Madre del Cielo! ¡Cómo siente las penas de cada uno de sus hijos! Que tu recuerdo y tu medalla, Virgen Milagrosa, sean alivio y consuelo de todos los que sufren y lloran en desamparo.

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones. 

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente'.
O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.


Día segundo

-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

- Meditación:
En su primera aparición, la Virgen Milagrosa enseñó a Santa Catalina la manera cómo había de portarse en las penas y tribulaciones que se avecinaban.

¡Venid al pie de este altar! decíale la celestial Señora, aquí se distribuirán las gracias sobre cuantas personas las pidan con confianza y fervor, sobre grandes y pequeños...

Que la Virgen de la Santa Medalla y Jesús del Sagrario sean siempre luz, fortaleza y guía de nuestra vida.

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones. 

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos): 
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.


Día tercero

-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

- Meditación:
En sus confidencias díjole la Virgen Milagrosa a Sor Catalina: "Acontecerán no pequeñas calamidades. El peligro será grande. Llegará un momento en que todo se creerá perdido. Entonces yo estaré con vosotros: ¡Tened confianza!"

Refugiémonos en esta confianza, fuertemente apoyada en las seguridades de que su presencia y de su protección nos da la Virgen Milagrosa. Y en las horas malas y en los trances difíciles no cesaremos de invocarla: "María, Auxilio de los cristianos, rogad por nosotros".

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos): 
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.



Día cuarto

-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

- Meditación:
En la tarde del 27 de Noviembre de 1830 baja otra vez del Cielo la Santísima Virgen para manifestarse a Santa Catalina Labouré.

De pie entre resplandores de gloria, tiene en sus manos una pequeña esfera y aparece en actitud estática, como de profunda oración. Después, sin dejar de apretar la esfera contra su pecho, mira a Sor Catalina para decirle: "Esta esfera representa al mundo entero... y a cada persona en particular".

Como el hijo pequeño en brazos de su madre, así estamos nosotros en el regazo de María, muy junto a su Corazón Inmaculado.

¿Podría encontrarse un sitio más seguro?

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos): 
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
 O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.



Día quinto

-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

- Meditación:
De las manos de María Milagrosa, como de una fuente luminosa, brotaban en cascada los rayos de luz. Y la Virgen explicó: "Es el símbolo de las gracias que Yo derramo sobre cuantas personas me las piden", haciéndome comprender -añade Santa Catalina- lo mucho que le agradan las súplicas que se le hacen, y la liberalidad con que las atiende.

La Virgen Milagrosa es la Madre de la divina gracia que quiere confirmar y afianzar nuestra fe en su omnipotente y universal meditación. ¿Por qué, pues, no acudir a Ella en todas nuestras necesidades?

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos): 
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'. 
O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.


Día sexto

-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

- Meditación:
Como marco de gloria aureolando a la Virgen, vio Sor Catalina aparecer unas letras de oro que decían: "¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!".

Y enseguida oyó una voz que recomendaba llevar la medalla y repetir a menudo aquella oración jaculatoria, y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen.

¿Dejaremos nosotros de hacerlo? Sería imperdonable dejar de utilizar un medio tan fácil de asegurarnos en todo momento el favor de la Santísima Virgen.

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos): 
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'. 
O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.

Día séptimo

-Oración preparatoria:'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'. 

- Meditación:
Nuestra Señora ordenó a Sor Catalina que fuera acuñada una medalla según el modelo que Ella misma le había diseñado.

Después le dijo: "Cuantas personas la lleven, recibirán grandes gracias que serán más abundantes de llevarla al cuello y con confianza".

Ésta es la Gran Promesa de la Medalla Milagrosa. Agradezcámosle tanta bondad, y escudemos siempre nuestro pecho con la medalla que es prenda segura de la protección de María.

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones. 

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos): 
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'. 
O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.


Día octavo

-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

- Meditación:
Fueron tantos y tan portentosos los milagros obrados por doquier por la nueva medalla, (conversiones de pecadores obstinados, curación de enfermos desahuciados, hechos maravillosos de todas clases) que la voz popular empezó a denominarla con el sobrenombre de la medalla de los milagros, la medalla milagrosa; y con este apellido glorioso se ha propagado rápidamente por todo el mundo.

Deseosos de contribuir también nosotros a la mayor gloria de Dios y honor de su Madre Santísima, seamos desde este día apóstoles de su milagrosa medalla.

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos): 
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'. 
O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final:'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'. 


Día noveno

-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.

- Meditación:
Las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa constituyen indudablemente una de las pruebas más exquisitas de su amor maternal y misericordioso.

Amemos a Quien tanto nos amó y nos ama.

'Si amo a María' -decía San Juan Bérchmans- 'tengo asegurada mi eterna salvación'.

Como su feliz vidente y confidente, Santa Catalina Labouré, pidámosle cada día a Nuestra Señora la gracia de su amor y de su devoción.

- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.

- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos): 
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'. 
O la "Salve Regina". O ambas.

2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!

- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.





ACTO DE FE EN LA 

INMACULADA CONCEPCIÓN 

DE MARÍA SANTÍSIMA



¡Santísima Virgen! 
Yo creo y confieso 
tu Santa e Inmaculada Concepción,
pura y sin mancha. 
¡Oh, Purísima Virgen! 
Por vuestra pureza virginal,
tu Inmaculada Concepción 
y tu gloriosa prerrogativa 
de Madre de Dios,
alcánzame de tu amado Hijo,
la Humildad,  la Caridad, 
una gran pureza de corazón,
de cuerpo y de espíritu,
la santa perseverancia en el bien,
el don de la oración,
una buena vida buena 
y una santa muerte.
Amen.



Consagración a la Santísima Virgen 
de la Medalla Milagrosa

Postrado ante tu acatamiento, 
¡Virgen de la Medalla Milagrosa!, 
y después de saludarte en el augusto misterio 
de tu Concepción sin mancha, 
te elijo, desde ahora para siempre, 
por mi Madre, Abogada, 
Reina y Señora de todas mis acciones, 
y protectora e intercesora ante la majestad de Dios. 
Yo te prometo, Virgen purísima, 
no olvidarme jamás de ti, 
ni de tu culto, ni de los intereses de tu gloria, 
a la vez que también te prometo 
promover entre quienes me rodean, 
el amor hacia ti. 
Recíbeme, Madre tierna, 
desde este momento, 
y sé para mí el refugio en esta vida 
y el sostén en la hora de la muerte.  
Amén.

¡Oh, María, sin pecado concebida! 
¡Rogad por nosotros que recurrimos a Vos!



lunes, 19 de noviembre de 2012

Virgen de la Divina Providencia, patrona de Puerto Rico

VIRGEN DE LA DIVINA PROVIDENCIA
Patrona de Puerto Rico. Su fiesta se celebra el 19 de noviembre  Bandera de Puerto Rico


El nombre y culto de Nuestra Señora de la Divina Providencia se originó en Italia en el siglo XIII. Era una devoción muy popular que luego pasó a España, en donde se le construyó un santuario en Tarragona. Cuando Monseñor Gil Esteve Tomás, nacido en Cataluña (España) fue nombrado obispo de Puerto Rico, trajo consigo esta devoción que adquirió durante sus años en el seminario. El obispo tuvo que poner a sus diócesis en manos de la Divina Providencia pues encontró la catedral casi en ruinas y las finanzas de la diócesis en números rojos. La confianza y esfuerzos del obispo dieron fruto rápidamente; en menos de cinco años la iglesia catedral fue restaurada e inmediatamente se estableció allí el culto de la Virgen de la Divina Providencia. La imagen original, venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, era una hermosa pintura al óleo en la que se observa a la Virgen María con el Divino Niño que duerme apaciblemente en sus brazos. El título "de la Divina Providencia" se ha atribuido a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María pues un día, cuando sus frailes no tenían nada que comer, después de invocar la ayuda de la Virgen, encontró a la puerta del convento, dos cestos llenos de comida cuyo origen no pudo averiguarse. La imagen que Don Gil Esteve ordenó fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una bella figura sentada, hecha para ser vestida, pero al celebrar los 67 años de la Catedral, en 1920, se la reemplazó por una magnífica talla toda en madera y que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y mejor conocida para la mayoría de las comunidades de Puerto Rico. La Virgen María se inclina sobre el Niño quien, en una actitud de confianza absoluta, duerme apaciblemente en su regazo. Las manos de la Virgen se juntan en oración mientras toma suavemente la mano izquierda de su Hijo. La talla entera inspira ternura, confianza, devoción y paz. El Papa Paulo VI, en un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969, declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, patrona principal de la isla de Puerto Rico. En este documento se decreta también que la solemnidad de la Virgen se transfiera del 2 de enero al 19 de noviembre, día en el que la isla fue descubierta. La intención es juntar los dos grandes amores de los puertorriqueños: el amor por su primorosa isla y el amor por la Madre de Dios. La talla más antigua, fechada en 1853, fue la elegida para ser solemnemente coronada durante el Concilio de Obispos Latinoamericanos (CELAM) que tuvo lugar en San Juan de Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976. La víspera de este evento, la imagen fue brutalmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita en Santurce . Y, en ese estado, la imagen fue coronada en medio de la emoción y lágrimas de miles de sus hijos y en presencia de cardenales, arzobispos y obispos de toda la América Latina. 


Himno

Virgen Santa de la Providencia

Madre de Clemencia, Honor del Caribe. 

Protectora, Borinquen te aclama. 

Patrona te llama y a tu amparo vive.


Los Boricuas, tus hijos amados, 

llegan confiados a buscar los bienes, 

que les brinda con todo el cariño, 
por tu mano, el niño, 
que en tus brazos tienes.



Ese niño que reposa en calma, 

despierto en el alma 
en Borinquen sueña. 
Y se alegra de que hayas querido 
por trono escogido, tierra Borinqueña. 




Puerto Rico, te tiende su brazo, 

solo en tu regazo, descansar añora, 
y te pide, que sigas constante, 
siendo en cada instante 
su fiel protectora.